Rebeca y Marc,
familiares y amigos:
Para aquellos que no me conozcan,
mi nombre es Javier y soy uno de los mejores amigos de Marc.
Le conocí en la
universidad, él es una de esas personas que conoces unos días y parece que
conozcas de toda la vida...y de eso ya han pasado casi 15 años.
A menudo recuerdo
aquellos días estudiando juntos, las noches sin dormir, los nervios previos a
los exámenes y, bueno, también recuerdo las fiestas universitarias y el viaje
de fin de carrera, pero esa es otra historia.
La verdad que Marc es
una de las mejores personas que conozco. Es de esos amigos que, aunque nos
separe la distancia, siempre está cuando le necesito y sé que nunca me va a
fallar, por lo que me siento privilegiado de formar parte de uno de los días
más importantes de su vida.
Desde aquella mañana de
31 de Diciembre en la que le dijimos a Rebeca que íbamos a tomar café y nos
fuimos a Barcelona en busca del anillo perfecto, pasando por todos los
preparativos para sorprenderla con la pedida en la Playa de La Concha, hasta
llegar hoy aquí. Me siento muy afortunado de haberte acompañado en este camino,
amigo.
Cuando dijeron que se
casaban en Montferri, algunos de nosotros nos preguntamos por qué aquí, pero al
entrar nos ha quedado claro, el lugar es increíble. Y está a la altura de la
pareja que hacéis, que es espectacular.
Dicen que el matrimonio
no se trata de encontrar a una persona con la que puedas vivir, sino de
encontrar a la persona con la que no puedes vivir sin ella. Y mi amigo la ha
encontrado.
Igualito que los míos, que me montaron una en su turno que tela marinera. Eso si, estuvo muy gracioso. Todavía tengo mi cara de estupefacción diciendo : " Cacho cabrones ¿ me estas haciendo esto en mi boda ?" Pero lo terminaron de lujo. Por cierto, muy buen discurso todo hay que decirlo.
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