Todavía recuerdo cuando, en octubre de 2012, UBS decidió centrar
su operativa en Banca Privada, recortando su presencia en Banca de Inversión.
Esto se tradujo en un plan para despedir a unas 10.000 personas globalmente
(más de 1.000 sólo en Londres).
Se cerraron departamentos enteros, despidiendo a equipos
completos sin importar su rendimiento individual. Concretamente ese día, decenas
de traders llegaron antes que el personal de Recursos Humanos y se enteraron de
que estaban despedidos porque sus pases para entrar en la oficina no
funcionaban.
La gran mayoría de esos empleados tenían contrato indefinido (o
fijo).
Un trabajo fijo no existe, da igual lo que diga tu contrato. Las
empresas se expanden y contraen, nacen y mueren. Puede que pases muchos años en
la misma empresa, pero no será en el mismo departamento o en las mismas
condiciones.
Lo único que existe son puestos en los que la relación
rendimiento-salario sea tan mala para ti y, por tanto, tan buena para la
empresa que rara vez entres en la lista de potenciales despidos. Es decir,
mediocridad garantizada.
En cuanto tengas un sueldo o un puesto por encima de la media,
siempre estarás pendiente de un hilo.
No hay nada seguro. Te puede ir mal en lo
que no te gusta. Tu tiempo es limitado. Así que mejor dale una oportunidad a
aquello que te apasiona.
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